Descanso y paz en una isla paradisíaca
No hay palabras para describir la belleza natural de Tanzania. Abre tus ojos y tus oídos, disfruta del entorno, de las manadas apacibles, de los cientos de cebras, gacelas y ñus que migran cada año en busca de alimento. Admira las jirafas, los elefantes… Vive un encuentro con etnias únicas como los masáis, ese pueblo de orgullosos ganaderos seminómadas. Vive África.
Termina el viaje relajadamente en Zanzíbar, un pueblecito de pescadores, playas de revista, y gente entrañable. Descubre y disfruta unos días de este pequeño paraíso.